viernes, 15 de mayo de 2009

El arte más humano

Un elemento ritual, de comunidad, de camuflaje, distintivo. Así se empezó empleando la pintura corporal en la Antigüedad. Hoy, es un elemento lúdico y decorativo; desde el colorete diario frete al espejo, hasta la cara coloreada de los hinchas en un partido; todos ellos decoran sus cuerpos.

Una forma de expresión diferente. Sacarle partido al cuerpo, descubrirlo, arrebatarle la encorsetada ropa y exhibirlo en todo su esplendor. Decorarlo como si de un lienzo se tratara.

Los temas principales son la naturaleza y los animales; se trata de camuflar el cuerpo en diferentes superficies, de engañar al ojo. Mediante la técnica de trampantojo, se decora el cuerpo, se cubre de creaciones únicas, irrepetibles. Un mundo diferente en cada cuerpo.

Con los años se ha convertido en una práctica tan reconocida que se han organizado diferentes festivales. En julio comienza la edición de este año de “The International Body Painting Contest”, donde se reúnen los profesionales más importantes de este arte. Las creaciones que allí se ven impactan a la vista: ya no es sólo la calidad de las pinturas, son los complementos, la magia que desprenden.


Además, es una práctica muy empelada con fines publicitarios. Promocionar el producto sobre el cuerpo de una mujer vestida sólo con una capa de pintura, resulta de gran atractivo para el público.

Mezcla de colores, el misterio que se esconde tras la pintura, la duda sobre si lo puesto es real o pintado… elementos que hacen de cada cuerpo piezas admirables y roban todas las miradas.

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