miércoles, 10 de junio de 2009

Un mundo de papel

Desde Japón se ha exportado al mundo entero la tradición de crear arte con papel. Con una sola hoja se pueden construir asombrosas formas. Sólo se necesita dar rienda suelta a la imaginación.
Existen distintas técnicas, pero todas ellas se han implantado en las diferentes sociedades, llegando a ser incluso, una forma educativa de desarrollar la sensibilidad de los más pequeñas. Y es que tratándose de un folio, las dimensiones se reducen y los detalles se convierten en piezas clave.

Hagamos un breve repaso a las distintas técnicas:



ORIGAMI: Coloquialmente conocido como papiroflexia, consiste en doblar el papel tantas veces como sea necesario para crear formas a partir de un papel con forma rectangular o cuadrada. Tijeras, pegamento, grapas…cualquier elemento distinto al papel y las manos, son ajenos a esta técnica.



La importancia que ha adquirido en España la papiroflexia ha hecho que se creara la Asociación Española de Papiroflexia, una asociación que, sin ánimo de lucro, promueve el desarrollo de la técnica mediante exposiciones de los asociados, y les facilita la adquisición del material y algunas directrices para ayudarles en sus creaciones.

KIRIGAMI: Puede definirse como el Origami con tijeras. Consiste en crear formas recortando formas en el papel, sin un trazo o dibujo previo. Se trata de ver más allá de una superficie plana para calcular qué obtendremos al cortar cada trocito de papel.
No se le considera un arte terminado, sino que es un medio para creaciones mayores.



Así pues, lo importante es saber darle utilidad al Kirigami, y no tanto saber hacerlo.



MAKIGAMI: Primo del Kirigami, consiste en rasgar con las manos el papel (y no cortar con tijeras). De esta forma, y doblando, arrugando, uniendo… el papel, se obtienen formas sorprendentes.

PAPERCRAFT: Recortar y pegar sobre una plantilla. En eso consiste esta técnica. Es filosofía contraria del Origami. Ambas consiguen formas tridimensionales de dos superficies, pero el Papercraft consiste en tomar pequeños trozos de papel y componerlos; mientras que el Origami crea las formas y figuras a partir de una misma hoja.





Cada una a su estilo: cortar o doblar, pegar o no, patrones o imaginación… lo que tienen en común todas ellas, es que hacen del papel un instrumento con multitud de posibilidades, un arte al alcance de todos.